martes, 27 de mayo de 2014

Verdaderamente


Hay días en que, verdaderamente, no sabe uno dónde tiene la cabeza.

5 comentarios:

  1. Como en la foto, en general la cabeza suele estar al alcance de la mano.

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    Respuestas
    1. Pero es la cabeza de otro (o de otra, en este caso).

      JLGM

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    2. Puede pensarse: “de otro, de otra: mejor” (no es nuestro caso).

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  2. No sé si conocerá JLGM una fábula de Hartzenbusch que trata el mismo tema. Como lo es larga, la copio aquí:

    "Un pescador, vecino de Bilbao,
    cogió, yo no sé dónde, un bacalao.
    -¿Qué vas a hacer conmigo?
    (el pez le preguntó con voz llorosa.)
    Él respondió: Te llevaré a mi esposa:
    ella con pulcritud y ligereza
    te cortará del cuerpo la cabeza;
    negociaré después con un amigo,
    y si me da por ti maravedises,
    irás con él a recorrer países.
    -¡Sin cabeza! ¡Ay de mí! (gritó el pescado.)
    Y replicó el discreto vascongado:
    ¿Por esa pequeñez te desazonas?
    Pues hoy viajan así muchas personas".


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