martes, 28 de abril de 2015

Aquel rincón de Nápoles



La memoria vuelve siempre a los mismos lugares. A aquel rincón de Nápoles, por ejemplo, en que nos encontramos un día y nos despedimos otro, siempre bajo la protección de San Genaro y su coro de ángeles danzantes.

1 comentario:

  1. Culpable de la sangre siempre en danza debe ser el tiovivo de los ángeles.

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