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El encanto de las viejas tiendas. Esta sombrerería de Azevedo Rua ya era un clásico establecimiento lisboeta cuando Fernando Pessoa se compraba aquí sus sombreros (se había fundado dos años antes de que él naciera), y ahí sigue, al lado del Rossio, inmune a esta crisis como a tantas otras. Me gusta ver la ciudad reflejada en su escaparate.
CON SU PERMISO, OTRA SOMBRERERÍA
ResponderEliminarDe mi pueblo, junto a’l Charco. En la Plazuela’l Humo, la sombrerería de don Esteban Román, muy amigo de mi padre, también comerciante. Ya viejo el sombrerero cuando yo era muy niño: dicho queda nada y todo. Del Humo. Nombre de antiguo de la plazuela pero que a mí me explicaban las ruedas de jeringa que allí al aire libre se hacían y vendían. Imborrables aún, claro, las caras del matrimonio jeringuero. ¿Plaza de doña Leonor Benítez entonces, de las Hijas de la Caridad luego, o el nombre de ahora? No, Plazuela del Humo (que nos lleva).
Gracias.
¿Y cómo se llama ese pueblo? Me gustaría saberlo. Gracias.
EliminarJLGM
MONTORO, al norte de la provincia de Córdoba. De nada.
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