miércoles, 12 de junio de 2013

Cruzar un puente


Si no has llegado a Lisboa en barco, si no has cruzado lentamente bajo el puente de la Libertad, aún no has llegado verdaderamente a Lisboa.
Yo tuve la suerte de hacerlo en un velero que llevaba el nombre de Cervantes.
El propio Cervantes me habría envidiado.

2 comentarios:

  1. “(…) Sí, repito, soy como un viajero que se encontrase de repente en una villa extraña, sin saber cómo ha llegado allí; me acuerdo de esos casos de los que pierden la memoria, y son otros durante mucho tiempo. He sido otro durante mucho tiempo –desde la nacencia y la conciencia–, y me despierto ahora en medio del puente, asomado al río, y sabiendo que existo más firmemente de lo que he sido hasta aquí. Pero la ciudad me resulta desconocida, las calles nuevas, y el mal sin cura. Espero, pues, asomado al puente, que se me pase la verdad, y que me restablezca nulo y ficticio, inteligente y natural (...)”.

    O PONTE DO DESASSOSSEGO.

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  2. Muy precisas palabras. ¿Quién no se ha sentido así alguna vez?

    JLGM

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