UNA IMAGEN, CIEN PALABRAS
martes, 28 de abril de 2015
Aquel rincón de Nápoles
La memoria vuelve siempre a los mismos lugares. A aquel rincón de Nápoles, por ejemplo, en que nos encontramos un día y nos despedimos otro, siempre bajo la protección de San Genaro y su coro de ángeles danzantes.
1 comentario:
Concha C. Malles
9 de mayo de 2015, 22:53
Culpable de la sangre siempre en danza debe ser el tiovivo de los ángeles.
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Culpable de la sangre siempre en danza debe ser el tiovivo de los ángeles.
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