las puertas las crean la ignoracia y falta de medios en investigación.y en la vida real,las cabezas que pueden y no quieren .La penicilina no llegaba en mis tiempos a todas las puertas
"Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan", habló el Tentador pretendiendo, por todos los medios, poner puertas al campo de la libertad; pero no hubo claudicación, los ídolos entonces se tambalearon y el abismo quedó abierto para siempre.
Pongámosles, pues, campo a las puertas: De acuerdo por ejemplo con “Te pongo un huerto”, campaña, de hijos de hombres, para la extensión de huertos urbanos en las afueras de Córdoba. A ver si así el abismo duele menos.
el mismo que el de apañar agua en cesto.Saludos.VG.
ResponderEliminarPara no volverse locos es en cambio aconsejable ponerle puertas al cosmos.
ResponderEliminarmiinteligencia apenas acaba de enterase de la nanotecnia, y del cosmos no sabe nada como para encerrarlo.Salud.
ResponderEliminarLo infinitamente grande y lo infinitamente pequeño deben ser la misma cosa. Y eso a veces da tanto vértigo que se buscan puertas, refugios. Saludos.
ResponderEliminarlas puertas las crean la ignoracia y falta de medios en investigación.y en la vida real,las cabezas que pueden y no quieren .La penicilina no llegaba en mis tiempos a todas las puertas
ResponderEliminar"Si eres el Hijo de Dios, di que estas piedras se conviertan en pan", habló el Tentador pretendiendo, por todos los medios, poner puertas al campo de la libertad; pero no hubo claudicación, los ídolos entonces se tambalearon y el abismo quedó abierto para siempre.
ResponderEliminarPongámosles, pues, campo a las puertas: De acuerdo por ejemplo con “Te pongo un huerto”, campaña, de hijos de hombres, para la extensión de huertos urbanos en las afueras de Córdoba. A ver si así el abismo duele menos.
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